yo soy ai

Esta cosa llamada amor (Cap.10)

Gracias michi por tu traduccion de este maravilloso fic.
Clasificasion:R-0


El fin de semana pasó más rápido de lo que podía seguir el ritmo y antes de darme cuenta, estaba de regreso en la escuela de nuevo y era lunes. Odiaba los lunes. No eran los mejores días para mí. Aunque también podía dar lo mejor. Agarro mis libros de mi armario. Lista para mi clase. Lo único que quería era que este día terminara rápido. En silencio pensando en mis trabajos, oí a mis amigas llamarme.

"Reinaaaa".

Me doy la vuelta y rápidamente escapó de Sayu. Corría detrás de mí, tratando de abrazarme. Pero tengo la sensación de que va a darme más que sólo un abrazo. Realmente nunca sé respecto a ella. Estamos dando vueltas en círculos. Ella no se rendiría. Ai, Risa, y Koharu estaban de pie al lado riendo, observándonos. ¡Un poco de ayuda estaría bien para alejarla! En lugar de tenerme corriendo y avergonzándome a mí misma.

"Reina, ¿por qué huyes de mí? Sólo quiero un abrazo". Sayu dejó de perseguirme e hizo un puchero. Me detuve para recuperar el aliento. ¡Su puchero no iba a funcionar conmigo! ¡Oh, no, en absoluto! Le fruncí el seño.

"¡Si claro sólo quieres eso! Te conozco a ti y a tus juguetonas manos." Crucé los brazos sobre el pecho. Me da una pequeña sonrisa. No dijo nada para negarlo. A veces me asusta.

"No soy así todo el tiempo. Sólo cuando estoy borracha. "Dice dulcemente.

¿Por qué no creo eso?
Con mucho cuidado la observo. ¡No voy a permitirme bajar la guardia en esta ocasión! No quiero terminar afortunadamente manoseada otra vez como antes. Soltó una risita. Debo de haber estado poniendo una mirada de terror. Le fruncí el ceño. Todavía tiene la cara tan inocente como si nada hubiera pasado. Ai se ríe, deteniéndome de mirar.

"¿Los sucesos del Sábado aún te acechan Reina?", Bromea

Ahora estoy fulminando a Ai. No necesito que me lo recuerden. Me estremezco.

"Bueno, ¿cómo reaccionarías TÚ si Sayu te toca de esa manera?" Le espeté.

Ai queda en silencio. En la esquina de mi ojo, Koharu cambia. Ella luce un poco... ¿triste? ¿Qué pasa con ella? Risa corta defensivamente; todas mis preguntas acerca del estado de Koharu llegan a su fin. Risa lucía un poco enojada también.

"Como esto vuelva a ocurrir alguna vez. Quiero estar segura de darle a Sayu lo que pienso respecto a lo que hizo. "

Miro hacia abajo rascándome la cabeza. Siento haber preguntado. Ai le da un pequeño empujón. La expresión de Risa cambia un poco. Aunque todavía mantiene el rigor de sus palabras. Ai sonríe y suelta unas pequeñas risitas.

"¿Estás... celoooooosa?" Se burla

Risa sacudió la cabeza con tanta fuerza que las trenzas del pelo se balancearon de lado a lado. No podía convencer a nadie aquí de que no estaba celosa. "El pequeño monstruo verde", estaba un poco presente. CELOS, estaba escrito por toda la cara con marcador permanente. Ella no es muy buena ocultando sus emociones o expresiones faciales. Le sonreí, tratando de contenerme mi risa. Realmente ama a Ai, puedes decirlo. Pero sigue tratando de demostrar que ella no es el tipo de chica 'celosa', aun cuando ha sido delatada.

"¡Claro que no! Sólo estoy dándole a conocer lo que es mío y TÚ eres mía. "Aclara.

Esa es una buena manera de decirlo. Pero ahora es, no sólo celosa, sino que también es un poco posesiva. Ai sigue riendo, disfrutando cada minuto de las reacciones de su novia. Envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Risa, enterrando la cara en la parte posterior de su cuello. Le susurra algo. No podía oírlo sin embargo. Un segundo después, Risa se sonroja de un color rojo brillante. Ai tiene una sonrisa satisfecha en los labios. Realmente son lindas juntas. Koharu de repente, rompe el momento empalagoso.

"Adivinen que hay la próxima semanaaaaaaaaa." Grita emocionada.

Ai gimotea. Tenía curiosidad. ¿Qué había la próxima semana? Era igual que cualquier semana normal. Nada especial, o así me parecía. Risa mantuvo la misma sonrisa entusiasta. Tengo la sensación de que tengo que saber, y rápido.

"Eso es correcto... la próxima semana es un día muy especial". Sayu se une.

Ai agacha la cabeza molesta. ¿De qué va todo esto?
Todavía estaba aquí completamente pérdida. ¿Qué era lo que no me estaban diciendo y debería saber? ¡¿Hay algún examen la próxima semana?! ¡Mierda no estudié! ¡Bueno, nunca estudio... pero aún así! Odio las pruebas sorpresas donde debo gastar una gran parte de mi tiempo Aunque eso no puede ser. Koharu no estaría feliz de tener una prueba la próxima semana. Ok, me rindo.

"Ya basta chicas, no vale la pena emocionarse tanto." Ai se queja.

Un ligero rubor era visible en sus mejillas.

"¿Qué quieres decir con no vale la pena? ¡Ai-chan, tu cumpleaños es muy pronto!" Risa anuncia.

¡¿Su cumpleaños?! ¿Es pronto? Nunca he celebrado el cumpleaños de un amigo antes. Tuve amigos en Fukuoka, pero esos realmente no eran mis amigos. Vi a todas discutir con Ai. Diciendo: "Celebrar tu cumpleaños es importante" Ella estaba luchando diciendo: "No lo es." Es bastante interesante. Ella es un poco obstinada.

"Hola chicas, ¿qué pasa?"

Eri se une al grupo sin saber lo que está pasando. Con suerte, recordaría la noticia sobre el cumpleaños de Ai. Mira a todo el mundo sin aún tener ni idea. Levanta una ceja, arrugando la frente en confusión. Incluso con las pequeñas líneas de preocupación, se ve tan linda. Sayu grita y golpea su frente con la palma de la mano.

"¡Siempre lo olvidas Eri! Es como todos los años. La semana que viene es el cumpleaños de Ai. "

Y luego esto la golpea como un puño a la cara. Incluso se golpea su propia frente una vez que lo recuerda. Se debe sentir estúpida.

"¡Lo siento Ai-chan. Siempre parezco olvidarlo!"

"Está bien. No serías tú si lo recordaras. "Ai sonríe.

"¿Qué vamos a hacer para tu cumpleaños?" Pregunta Koharu.

Esa es una buena pregunta. Me gustaría saber eso. ¡También tengo que comprarle un lindo regalo! ¡Oh, pero yo no la he conocido por tanto tiempo como para saber lo que va a gustarle! Estoy tan condenada, por tratar de ser una buena amiga.

"No vamos a hacer nada, porque no lo vamos a celebrar."

Risa rápidamente la obliga.

"¡Vamos a celebrar tu cumpleaños, te guste o no!"

Antes de que Ai pudiera protestar ya suena la campana. Tenemos que ir antes de que lleguemos tarde y no me gustaría hacer frente a los maestros de aquí otra vez. Nos despedimos y nos apresuramos para llegar rápidamente donde necesitamos ir. Estoy muy curiosa de esta celebración de cumpleaños. Sería bastante divertido. Sólo espero que esta vez, no lleven sake otra vez.

***

¡Este día no podía ser más lento! Era una verdadera tortura. Los maestros seguían hablando y hablando de las conferencias aburridas que hacen y al final, nos daban los deberes. La tarea para mí parecía seguir acumulándose. Tenía dos informes la próxima semana que debían ser entregados el mismo día y un proyecto al día siguiente. ¡A mis maestros no les gusta darme un descanso! Cuando terminaban las clases, no podría estar más feliz. ¡Por fin puedo descansar! Agarré mis cosas y me marche a toda prisa. Me encontré con Eri en el frente. Me vio y sonrió, saludándome. Sentí que en mi estómago se formó una apretada bola cuando ella me sonrió. Mis manos automáticamente fueron a mi barriga.

"¿Estás bien?"

Ella mira mis manos sobre mi estómago. Las puse a mis costados, riendo nerviosamente. Mis orejas rojas de la vergüenza. Afortunadamente no podía verlas. Estoy segura de que para ella parecía una completa idiota. Sólo continúo sonriendo nerviosamente ¡Di algo!

"Estoy bien. De repente tuve un dolor de estómago por un segundo. "

Ella se ve preocupada.

"No te estás enfermando ¿verdad?

Es tan cuidadosa. Eso es tan dulce por parte de ella. Ahora estoy segura, estoy sonriendo como una gran idiota. Estaba mirándome raro. ¡Las cosas están poniéndose un poco incómodas realmente rápido!

“No, no, estoy bien de verdad. "

Me aclaro la garganta. Estoy tan nerviosa que mi garganta se secó al instante. Estoy haciendo las cosas realmente lento, ¿verdad? Trago para aclarar mi garganta seca.

"¿Ai no va a llevarte a casa?"

Niega con la cabeza.

"No vivo lejos de aquí, está bien."

"Puedo caminar hasta tu casa."

"¡No, no, está bien no tienes que hacerlo!" Niega.

Lo dice demasiado rápido. ¿Está tratando de evitarme? Es extraño. Por lo general nunca es así. Es casi como si tuviera algo que ocultar, pero no voy a preguntar qué. Recuerdo la conversación que Ai y yo tuvimos hace unos días acerca de Eri. Y no quiero hacerla sentir incómoda cuando está a mi alrededor. Además aún estamos conociéndonos.

"Está bien no tienes que gritar por eso. Te veré otra vez entonces. "

Asiente con la cabeza, probablemente se siente culpable. No sé si soy yo, pero parece que quiere decir algo. Aún así, no dijo nada y en su lugar, miró hacia a otro lado. Lo que sea que esté molestándola, está lastimándola mucho por dentro. Puedo verlo en sus ojos. Realmente quiero ayudar, pero ¿cómo puedo ayudarla sin hacerla sentir que estoy invadiendo su espacio? Dejaré que Eri marque el ritmo. Me doy la vuelta para alejarme. Nuestra conversación había terminado. También podría ir a casa. Mientras camino, un grupo de muchachos pasa cerca de nosotras. No les tomo mucha atención. Están hablando entre dientes y mirando hacia atrás para ver a Eri y luego a mí un par de veces, pero no les presto atención. Sólo cuando oigo a Eri dar un chillido fuerte y el grupo de chicos riendo, es ahí cuando realmente les presto mucha atención. Inmediatamente, me doy la vuelta.

¡¿Acaban de hacer lo que yo creo que hicieron?!

¡Mi sangre empieza a hervir de sólo pensar en lo que podrían haberle hecho!
La cara de Eri está enrojecida; ambas manos están sobre su trasero. El grupo de chicos siguieron caminando, riéndose entre ellos. Un tipo alto junto a su amigo bajito chocaron las palmas. Ahora sé quién hizo eso. El ver sus sonrisas hizo que mi cara hirviera de rabia. No los dejaré ir tan fácilmente. Eri trata de detenerme, pero abro la boca antes.

"¡Hey! ¡Pendejos! "

Se voltean. No están sonriendo esta vez. Están enojados y así es como quiero que estén. Él mira hacia abajo, ya que es mucho más grande que yo, pero eso no me asusta. Estoy muy enojada como para que me importe. Además, nunca he mirado hacia abajo a nadie. No importa qué tan alto o fuerte que sean.

"¿Qué has dicho?" Un tipo sisea.

El grupo se acercó, rodeándome por todos lados. Pongo mis manos en mis caderas, mirándolos a los ojos. Pude oír a Eri susurrar, pidiendo que me detuviera y que los dejara solos. ¡A la mierda eso! ¡Esos tipos la tocaron en un lugar que no deberían! Pensar en eso sólo añade más leña al fuego. No voy a dejarlos ir. Voy a darles mi parecer.

"¡Ya me has oído!"

Los dos chicos al lado del tipo bajo que tocó a Eri se callaron. Nunca deben haber visto a una chica que no se asustara de responderles. Me alegro de ser su primera y luego, les dejaré una impresión del demonio.

"¡Puedo hacer la mierda que yo quiera! Si tienes un problema con eso, estás jodida entonces, ¿no? "El más bajo se rió.

Trato de contenerme de querer arrancarle los dientes de un golpe a este bastardo. Normalmente lo haría. En Fukuoka nunca hablé de por qué iba a golpear a alguien hasta hacerlo perder la conciencia. Sólo lo hacía y eso era todo, pero ahora estoy tratando de mantener mis papeles limpios y comenzar sin problemas. Ya tenía suficiente allá en Fukuoka. Y no hay que decir cuan sucios estaban mis papeles. Mis puños temblaron tratando de contener todo mi odio en su interior. He mejorado. Normalmente golpearía la cara de alguien después de tres segundos. Esto tiene que ser un nuevo record.

"¡Sí, bueno, me gustaría verte intentar lo que le hiciste a ella, en mí entonces! ¿Crees que puedes escapar de eso? "

Él me sonríe con su estúpida y arrogante sonrisa. ¡Sólo quiero golpearlo tan fuerte que su cara se deforme! Aunque conseguirá lo que se merece, si tiene suficientes agallas para hacer lo que lo desafié. Se frota las manos mirándome como si fuera un pedazo de carne al alcance. Me quedo ahí esperando. Estoy esperando a que se acerque un poco más. Su mano se apega directamente a mi pecho. Siento un lado de mi boca contraerse en una feroz mueca. Su dedo golpea ligeramente mi pecho y en ese instante, envío mi puño hacia su estómago. Se inclina por el dolor. Agarro su cabeza y con mi rodilla golpeo su cara. Cae al suelo gritando. Sus amigos me miran en estado de shock. Me acerco a uno de ellos y lo agarro por el cuello de la camisa del uniforme. Lo coloqué de tal modo que estábamos cara a cara.

"Si alguna vez vienes aquí de nuevo y tocas a ella, a mí, o a cualquiera de las chicas de aquí... terminarás con algo que no volverá a funcionar, ¡¿Entendido?!"

Asiente con la cabeza frenéticamente. Su rostro está cubierto en sudor. Lo empuje al suelo viéndolo correr en el piso. Estaba tan ocupada mirándolo, que se me olvidó el otro. Fue a escondidas detrás de mí, por un golpe.

"¡Reina cuidado!" Grita Eri.

Me volteo y rápidamente escapo de su alcance justo antes de que su puño se encuentre con mi cabeza. Cae al suelo y lo pateo un montón de veces. Odio cuando la gente trata de acercarse sigilosamente a mí. Esa es otra cosa que me cabrea. Lo pateé de nuevo en el estómago, quitándole el aire. Estaba más allá de estar enojada. Lo pateé una y otra y otra vez. Estaba perdida en mi propia ira. Sentí algo suave y cálido en mi hombro.

"Por favor… detente"

Me detengo a media patada. Eri me mira asustada. No debería haber visto este lado de mí. Esta parte de mí tenía que estar en el pasado. Se suponía que iba a quedar en casa. Pero supongo que es cierto cuando dicen: "Los viejos hábitos tardan en morir." Me siento mal por tener que hacerla pasar por esto. Me suavizo y asiento. Los tres chicos se levantan y huyen. ¡Eso debería enseñarles a no meterse conmigo! Miré a mis pies.

"Lo siento". Susurro
Eri pone ambas manos en mi hombro haciéndome levantar la vista.
Me da una sonrisa indulgente. No es un final feliz, pero es mejor que tener que verla tan aterrorizada por mi culpa. Deja caer una mano a su lado y la otra se desliza hacia mi brazo y se envuelve alrededor de mi muñeca. Siento un cosquilleo subir y bajar por mi brazo, cuando sentí su piel tocar la mía. Nunca he sentido una sensación tan extraña antes.

"Vamos a ir a casa, ¿vale?"

Asiento. No la miro a los ojos otra vez.

"Puedo... caminar contigo a casa".

Es lo menos que puedo hacer por casi hacerla morir de un ataque al corazón.



"Está bien".

Levanto mi cabeza. Estaba un poco feliz de que estuviera de acuerdo. No estoy segura de por qué, pero lo estaba. Supongo que al igual que estar cerca de ella. Ella podía no hablarme mucho, pero incluso en esas pocas palabras siento que tengo que estar cerca de ella. Sonrío. Me lleva en dirección a su casa. Estamos más tranquilas la mayoría del tiempo. No puedo decir si es un buen tipo de silencio. Siento que debería decir algo por mi comportamiento, algo que la consolara.

"Lo siento".

¡Ya dije eso! Parece que es lo único que puedo decir por ahora. Toda esta charla no iba muy bien. Eri me mira, pero sigue caminando. No se voltea. El agarre en mi muñeca se aprieta sólo un poco. ¿Está enojada? Realmente no puedo decirlo. Está bien... Lo intentaré de nuevo.


"Yo no... quise asustarte. Es sólo que... cuando veo lo que los chicos les hacen a las chicas. Eso me pone... ¡tan furiosa! Así es como me expulsaron de mi última escuela, honestamente. "

Ella se detiene. Tal vez no debería haberle dicho la última parte. Nunca fui buena para hablar a menos que fuera cortante. Y no a mucha gente le gusta cuando soy franca. No es que me importe, sólo me mantiene alejada de los problemas y eso es algo que quiero mantener al mínimo. No puedo describir la expresión que Eri tiene en este momento. Estoy un poco nerviosa. Es la primera amiga a la que le he hablado de mi expulsión. Sin embargo, siento que puedo contar con ella.

"¿Cuántas veces has sido expulsado?" Pregunta, en voz baja.

Estoy un poco acobardada de contestar. No sé lo que pensará de mí después de que le diga. Será bastante malo tener a los maestros detrás de mí una vez que esos chicos me delaten. No necesito que ella me trate como un bebé diciendo que debo hacer las cosas correctas. Está un poco impaciente. Suspiro. Me aseguro de mantener mi cara y mi emoción en actitud de "no importa ".

"He sido expulsada tres veces."

Me mira sorprendida. Está sin habla y no puedo decir qué es mejor, que probablemente Eri me dé una charla sobre hacer lo correcto o estar en silencio. Miro a mis zapatos. Pateo una roca a mi lado y la veo resbalarse al cruzar la calle sin problemas.

"¿No vas a ser expulsada otra vez Reina?" Parece asustada.

Eso es algo nuevo que me hayan dicho. Levanto mi cabeza. Su rostro se ve un poco deprimido. Ella no está preguntando cómo conseguí ser expulsada, eso es bueno. Sacudo la cabeza. Ella sonríe, su mano se enlaza a través de mis dedos y la cierra en su sitio. Mi corazón empieza a correr más rápido de lo que nunca antes lo había hecho.

"No quiero que te expulsen de nuevo. Me gusta tenerte cerca ya. Quiero que te quedes conmigo. "

También sonrío. Mi estómago se agita. Tengo a alguien que conoce la verdad y que todavía quiere ser mi amiga. Por alguna razón, mi cuerpo de repente se siente caliente. Estoy inquieta otra vez y empiezo moverme nerviosamente. ¿Qué me ocurre hoy día? Mi confianza acaba de salir por la ventana de forma abrupta. Eri comienza a caminar de nuevo por la acera. Nuestras manos estuvieron enlazadas todo el tiempo. Por extraño que parezca, no quiero que nuestras manos se separen... nunca. Quiero que se queden juntas así como están. Todo el camino es en silencio, pero no está lleno de alta tensión como antes. Todo es más relajado. No nos tomó mucho tiempo antes de llegar a la casa de Eri.

"Te veré...mañana." Murmura.

Tímidamente apartó la mirada y se metió un pequeño mechón de cabello negro detrás de su oreja. Se veía linda cuando hacía eso. La acompañé hasta la puerta principal. Me aseguré de que nuestras manos siguieran juntas a lo largo del paseo.

"Eri... si necesitas algo... Siempre estoy aquí para ti." Le prometo.

Sus ojos se iluminan y, lentamente, una sonrisa aparece. Es una sonrisa verdadera esta vez, una que muestra todos sus dientes. Tiene un pequeño colmillo muy lindo al lado. Sin darme cuenta, estoy sonriendo también, del mismo modo. Hace una reverencia y lentamente, nuestras manos se separan. Me detengo de fruncir el señor al sentir nuestras manos deslizándose. Cuando ya no están en contacto, me siento un poco extraña sin esa sensación. Me aseguro de mantener mi sonrisa en su lugar y ver a Eri entrar a salvo. Dejé escapar un suspiro suave. Espero volver a verla.

2 comentarios:

sakitan dijo...

como siempre un excelente fic sogan asi ^_^

kari de kamei dijo...

q les pasa a esos tipos como se atreven aserle eso a mi eri!!!
pero q super x reina aunq los ubiece golpeado mas >.< y aya donde les duele

pero mi eri es un amor!!

Publicar un comentario

¿que te parecio el capitulo?