Cree en mi (Capitulo 1)

Clasificación: R-0

-No es posible, hija. La verdad es que no te comprendo.

Es absurdo que tomes esa decisión – el doctor Tanaka miro a su esposa y luego a su hija – Mira, Reina, estudiaste la carrera de medicina, hiciste una especialidad en el extranjero y ahora decides esto…

La verdad es absurdo.

-Lo decidí así, papá.

El doctor Tanaka se mordió los labios. Le costaba mantenerse sereno.

La señora Tanaka - ¿Estas decidida, Reina?

-Si mamá.

-Diré como tu padre, que no te comprendo. Aquí tienes todo para triunfar.

Reina alzó los hombros. No le hacía falta que la comprendieran. Lo había decidido así porque quería irse. No deseaba vivir a la sombra de su padre.

 Reina se mantuvo de pie. Era una mujer de 22 años, no muy alta, delgada. Tenía los ojos y el cabello castaños. Físicamente era común y corriente, pero su mirada penetrante le daba un aire muy interesante.

-Toma asiento hija. Espero convencerte de que vas a hacer una locura. Cuando eras jovencita te dije que estudies medicina

-Te obedecí porque me gustaba la carrera, no porque me lo ordenaras.

-De acuerdo. Lo llevabas en la sangre. Tu abuelo también lo fue y estoy seguro de que lo serán tus hijos. Eso me llena de orgullo.

-Escucha, papá, trata de comprenderme, por favor. Yo te admiro mucho, como hombre, como padre y como profesional, pero no quiero vivir bajo tu sombra. Detesto la idea de que me identifiquen solo como la hija del doctor Tanaka.

El señor Tanaka se quedo rígido mirando a Reina sin parpadear.

-Sigo sin comprenderte.

-Perdona papá – consulto su reloj – Vamos a tener que continuar nuestra conversación en por la noche, porque quede en verme con Sayumi.

Está bien. Tendrás que reflexionar mucho hija. No puedes dejar mi clínica, a tu novia, y a tu familia solo por el capricho de irte a un pueblo como medica titular.

Reina salió de su casa y fue a la de su novia. Claro sus padres sabían de su relación, pero con tal de que no afectase su carrera todo estaba bien, bueno por parte del señor Tanaka. Sayumi era una mujer de cabello negro intenso, delgada, muy elegante, de buena familia. Cuando se vieron se saludaron con un beso. Reina la miro distraída. ¿La amaba? Tal vez sí. No lo sabía. Ella nunca se le había declarado. Un día alguien le dijo “tu novia”  y ella no lo desmintió. Así empezó todo. Quizás mucha culpa de que se diera la relación entre ellas la tenían las familias de ambos, que eran muy amigas. Bueno, ¿Qué importaba eso ahora? Sayumi era linda y seria heredera de una gran fortuna.

-¿En qué piensas, Reina?

La miró. Bajó de las nubes.

-De un tiempo a esta parte pareces ausente. ¿Qué sucede?

-Lo estoy un poco. Pienso en mi porvenir. No estoy conforme como estoy, trabajando en la clínica de mi papá. De esa manera siempre seré la hija del doctor Tanaka. Sé que mi padre tiene mucho prestigio como médico, pero yo quiero tener el mío.

-Mi cielo, no te preocupes. Nos iremos enseguida a vivir juntas y tendrás tu propia clínica. Eso me dijo mi padre, que nos la regalaría.

-No es posible, Sayumi. He decidido marcharme de aquí. Me han dado la plaza de doctora titular en un pueblo.

-¿Qué dices? ¿Acaso piensas enterrarte en un pueblo? Estás loca.

-Tal vez, pero me siento mas satisfecha con mi locura que con la vida que llevo aquí.

- ¿No piensas en mi?

-Pues, no puedo pedirte que me acompañes. Espérame, Sayumi. Necesito creer en mi inteligencia como médica. No quiero ser la hija de mi padre. Desde que regrese del extranjero, me dijo: “Trabajaras conmigo”. No, no estudie para ser la sombra de mi padre. Quiero ser yo misma y en ese pueblo, donde nadie sabe quién es el doctor Tanaka, podre serlo......

Una hora después, cuando Reina regreso a la casa, sus padres estaban esperándola con el rostro serio.

-¿Hablaste con Sayumi? ¿Te ayudo a quitarte esa idea descabellada de la cabeza?

-Ya hable con ella y sabe mi decisión. El lunes próximo me iré al pueblo donde seré la doctora titular.

-¡¡¡Es una locura, jovencita!!! ¡¡¡¡¡Tu porvenir está en mi clínica!!!!!

-¡¡¡¿Debo esperar a que te retires papá?!!! Mientras tú ejerzas la carrera ¡¡¡Nadie creerá en mí!!! Soy tu hija y me ven como tu ayudante.

¡¡¡¡¡NADIE VA A CONFIAR EN MI!!!!!