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Sinfonía de lluvia y relámpagos (One-shot)

Nuevo fic XD o mas bien one-shot, este es el primero con pareja de integrantes "elders" de Morning Musume, este es un fic Ishiyossie y fue escrito por una excelente chica sip Miki IV y bueno los dejo para que lean.
Clasificacion: R-0


No tuve más remedio que sentarme a esperar.

Afuera, una fuerte lluvia se desataba y desgraciadamente, amenazaba con no terminar pronto. Y ya que, de alguna forma descuidada, me las arreglé para perder el único paraguas que tenía en mi casillero, no tuve más remedio que esperar. No quería pescar un resfriado con la fecha del concierto tan cercana No, eso no sería bueno.

Algunas gotas caían tintineando en el cristal de la ventana frente a la cual me encontraba. Ese sonido empezó a relajar mis sentidos. Debe de ser por todo el trabajo del día. Entre las lecciones intensivas de canto y las de baile, y sobre todo, una agotadora charla con nuestro agente, necesitaba descansar. Pero ahí, en el pequeño recibidor del quinto nivel del edificio de H!P, descansar no era algo que se pudiera hacer con facilidad.

De no estar tan fastidiada con todo el trabajo del día, hubiera decidido vagabundear por las instalaciones. A veces, durante los descansos suelo hacerlo, y gracias a eso me he encontrado con personas conocidas que hacían más entretenido mi tiempo libre. Últimamente, esos momentos han disminuido. No me quejo del trabajo. Es bueno tener tanto que hacer cuando te dedicas al espectáculo. Pero a veces, se extrañan esos momentos de descanso y ocio.

De repente, un relámpago ilumina el cielo, seguido por otros más. Observo el espectáculo producido, disfrutando de él todo lo que puedo. De pequeña, me asustaban tanto que me ponía a llorar y corría hacía mis padres, quienes trataban de tranquilizarme. Supongo que he crecido un poco, ya que ya no huyo a los brazos de alguien durante una tempestad como esta. Sonrió levemente. Otra cadena de relámpagos empieza a gestarse, la observo de principio a fin tratando de no perder detalle, lo cual es difícil debido a la fugaz existencia que poseen. En algún momento, me concentro en el sonido que producen. Eso también suena relajante, y más si se combina con ese tintineo de las gotas cayendo en la ventana.

De repente me doy cuenta que empiezo a quedarme dormida, aunque esta vez no lo detengo. Después de todo, estoy atrapada aquí hasta que terminé la lluvia y sobretodo, estoy tan agotada. Necesito dormir un poco.

La sinfonía pluvial empieza a arrullarme como si fuera una canción de cuna. No tardo en darme cuenta de que mi mente comienza a caer en la inconsciencia del sueño. Sin poder evitarlo, mi cuerpo se va rindiendo. Y de repente, dejo de pensar…

********************

“Chicas, nos vemos mañana. El ensayo ha terminado.”

Cuando escuchó esas palabras de su instructor de baile, no pudo hacer más que derrumbarse. Tres horas seguidas de baile eran demasiado aun para alguien acostumbrado a esa rutina. El instructor estaba un poco irritado por el rendimiento del grupo en la última coreografía, así que las hizo practicar arduamente, sin perder un solo segundo de esas tres horas.

Ahí sentada en el suelo del salón de baile, observó que el resto del grupo estaba en las mismas condiciones. Hasta Fujimoto que era la más fuerte físicamente, tenía un semblante fatigado.

Tardó un poco más en componerse a sí misma. De alguna forma tenía que hacerlo. La líder del grupo no puede estar mucho tiempo brindando esa imagen. Así que en algún momento, tuvo la energía necesaria para levantarse, y comenzar a guardar sus cosas. Algunas la siguieron, otras decidieron esperar a recobrar un poco más de energía. Ella solo comenzó a molestar a las chicas exhaustas que aun no se habían levantado. Risas y pequeñas quejas sonaron por toda la habitación. Una a una, cada miembro iba tomando sus cosas y retirándose del lugar.

Después de algunos minutos, sólo ella quedaba en la habitación, revisó una última vez que todo estuviera en orden y que sus chicas no hubieran olvidado nada antes de apagar las luces.

Estaba cansada, el día había sido agotador de principio a fin. Sólo podía imaginarse tomando una buena ducha de agua caliente y después tenderse en su confortable cama. Pensaba en eso cuando pasando por la pequeña sala que servía de recibidor del nivel, una fugaz y poderosa luz llamó su atención.

Un relámpago. "Está lloviendo" pensó.

No es que no le gustará la lluvia. Sólo que una tarde lluviosa tenía cierto efecto en ella que la hacía sentir nostálgica, a veces hasta melancólica.

Lentamente se acercó a la ventana.

Podía ver su reflejo en el cristal, pero ella lo ignoró y observó las nubes que cubrían el cielo, que de repente eran iluminadas por el efímero resplandor de los relámpagos. De igual forma, observaba el constante choque de las gotas de agua en el cristal frente a ella. Esas pequeñas esferas imperfectas constituidas de agua se rompían una vez tocaban el cristal, y vertían su contenido describiendo una pequeña línea irregular hacia abajo, en su camino solían llevarse el contenido de otras gotas, formando una corriente mayor, que bajaba veloz por el vidrio de la ventana.

Se quedo un largo rato observando, y de vez en cuando los relámpagos volvían a reclamar su atención. Estaba totalmente abstraída en ese pequeño espectáculo cuando algo más que los relámpagos llamó su atención.

Vio el reflejo de alguien conocido.

Sorprendida por su descubrimiento, giró su mirada hacia el interior de la habitación y encontró a la persona reflejada.

Sonrió al darse cuenta que esa persona se encontraba dormida. No quiso acercarse, principalmente por el temor a despertarla. Y también porque ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que la vió tan profundamente dormida. Decidió simplemente quedarse ahí contemplando su semblante.

Verla ahí, frente a ella, tranquilamente dormida revivió un poco de esos sentimientos que había decido guardar profundamente en su corazón. Aquellos sentimientos que la empezaron a torturar en algún momento, arrastrándola a tomar una decisión. Decisión que tomó sin contemplaciones a sus sentimientos, más por el bien de su relación con esa persona que por ella misma. Después de todo, no podía permitir perder su amistad.

Lo recordaba bien. Esos recuerdos agridulces volvían a ver la superficie en su memoria. Ya no dolían como antes. El dolor se había disipado. Inesperadamente, toda la pena y el dolor experimentado habían desaparecido poco a poco después de que inevitablemente se alejaron. Eso hizo todo más fácil. Su graduación puso tierra de por medio. Las alejó.

La distancia dolía en un inicio. Después, ese dolor se fue haciendo tolerable. Y finalmente, paso desapercibido. Ella enterró todo aquello en algún lugar que creyó inaccesible. Y ahora todo ello estaba emergiendo debido al la contemplación del semblante dormido de esa persona.

No podía dejar de observarla. Ya había perdido la noción de cuánto tiempo hacía que estaba ahí, de pie, recargada sobre el cristal que era continuamente bombardeado por la lluvia, observando. Esa lluvia ahora formaba parte del fondo musical de esa escena. La escena de ella durmiendo. Durmiendo tranquilamente. Arrullada por la orquestal caída de agua e iluminada fugazmente por la luz de los relámpagos.

De repente, sintió crecer en su interior un deseo intenso de acercarse y tocarla.

Si. Aquella imagen parecía tan irreal, que quería asegurarse de que en realidad estaba ahí. Esa excusa empezó a trabajar en su mente. Y esperándolo o no, su mente cedía a ese deseo, e inmediatamente ordenó al sistema locomotor de su cuerpo moverse.

Se acercó titubeante, y cuidadosamente. ¿Cómo era posible tal acto tan contradictorio? No importaba, eso era lo de menos. Siguió avanzando lentamente. Sonrió al imaginarse a sí misma como un depredador acechando a su presa. Una presa hermosamente indefensa, vulnerable y a la vez casi celestial.

“OK. Ya estoy exagerando un poco” pensó, después de descubrirse a sí misma pensando esas cosas sin mucho sentido.

En cuanto estuvo a su alcance, se arrodilló frente a ella. Levantó sigilosamente una mano y suavemente la posó en la mejilla de la chica dormida.

Sólo hubo un pequeño murmullo como respuesta, seguido de un pequeño movimiento de la cabeza inclinándose hacia la mano que le cubría la mejilla. Eso último hizo que sus latidos aumentaran su ritmo. Podía sentir el bombeo de su corazón en el pecho. Ese latido constante, la lluvia en la ventana y el resonar de los truenos en el cielo constituyeron la sinfonía ideal para ese momento. O al menos eso pensó ella.

“¡Ya! ¡Despiértala!” Sonó una voz cercana. “En 10 minutos sale el siguiente transporte de la compañía, a menos que prefieras andar bajo la lluvia o esperar dos horas”

Hitomi volteó inmediatamente hacia el origen de aquella voz. Al darse cuenta, de que no se trataba de otra persona más que de Fujimoto. Respiró aliviada. No quería dar explicaciones sin sentido por sus actos anteriores.

Fujimoto solo sonrió satisfecha de haber sabido esperar el momento perfecto para interrumpir tan conmovedora escena. La expresión de Hitomi era la esperada. Nuevamente, se había salido con la suya molestando a su líder.

Hitomi se apresuró a levantarse y a despertar a Rika suavemente, antes de que su sublíder lo hiciera de una forma escandalosa.

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