Nanchatte Renai
-Suavemente, a lo lejos-
-Suavemente, a lo lejos-
Clasificacion:R-0
Escrito por Estrea
Versión Original en http://forum.jphip.com/index.php?topic=21257.0
Traducido por Miki IV para http://gab98fanfics.blogspot.com/
Escrito por Estrea
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Traducido por Miki IV para http://gab98fanfics.blogspot.com/
"¿¿Cómo puedes estar tan llena de vida tan temprano por la mañana??"
Reina volteó a mirar a una malhumorada Ai, quien había cambiado de humor en el momento en que las cámaras estaban fuera de ellas. Ai no era una persona madrugadora. Sin embargo, Reina si lo era. De ahí, el comentario anterior.
"Tuve una buena noche, esa es la razón~." Tarareó Reina en voz baja cuando se detuvieron frente a una máquina expendedora. Ai se apoyó contra la pared junto a ella, cerrando sus ojos mientras se masajeaba las sienes.
"¿Mala noche?" Reina tomó un rápido vistazo a la mirada tensa en el rostro de Ai. Un ojo se abrió para mirarla, y los labios dibujaron una estricta línea.
"Ni lo digas." Ai suspiró y se cruzó de brazos. Reina rió modestamente, entregando a Ai una lata de café caliente que la chica mayor tomó agradecidamente, envolviendo sus manos alrededor de ella.
Caminaron en agradable silencio, tomándose su tiempo, ya que en ese momento era el turno de otro grupo de modelos. Ellas habían estado ahí desde temprano, y mientras tanto Ai no había sido nada más que profesional durante la toma de fotos. Reina podía sentir el cansancio deslizándose de la chica mayor en forma de ondas. Por supuesto que Reina se resistió a decir algo hasta ahora, ya que no quería que alguien más se entrometiera en su conversación.
"Así que has tenido una buena noche ¿eh?" Ai preguntó en voz alta, mirando al frente. Reina miró abajo hacia sus manos, apretando el paquete de leche.
"Siempre podría ser mejor. No me quedé mucho tiempo." Ai dio golpecitos con sus dedos contra la lata inquietamente, pero no la examino. Reina sopló el aire de sus hinchadas mejillas, dejándolas desinflarse lentamente. Sus dedos se cerraron alrededor de su bebida, pero ella no dijo nada.
Repentinamente, Ai dio un giro brusco en la esquina, en lugar de continuar recto hacía el vestíbulo. Reina se detuvo, y se giró para seguirla. Ninguna de las dos dijo algo, y Ai la condujo a una escalera de emergencia bloqueada... sólo que no estaba bloqueada realmente. Las dos hacía tiempo que habían descubierto como trabajaba la aparentemente atascada manija, y habían aprovechado la escalera en desuso más de una vez en el pasado.
Curiosa ahora, Reina no preguntó porque Ai la había llevado a ese lugar. Ai hablaría cuando ella quisiera. Subieron un par de niveles, cerca de la puerta cerrada de la azotea. Ahí se sentaron en los polvorientos escalones, sin importar que aquello pudiera ensuciar su ropa. No importaba, ya que tendrían que cambiarse a un nuevo conjunto de ropa para la siguiente sesión de fotos de todos modos.
"Reina." La voz de Ai fue muy suave, incluso en la escalera llena de eco. Reina giro su cabeza, sólo que Ai ya tenía los ojos cerrados, y sintió la suavidad del sedoso cabello de Ai contra su mejilla cuando la chica mayor se inclinó sobre su hombro.
"Estoy muy cansada..." El agotamiento era más que físico, y fue transmitido por sí mismo en su voz. Instintivamente, Reina se acercó, colocando su mano sobre la de Ai. Sus manos eran más pequeñas que las de Ai, pero ambas chicas sintieron la calidez en la conexión.
"Ai..." Reina susurró, intensificando su agarre sobre las, de alguna manera, frías manos de Aí
"Rei..." El muy personal nombre de mascota salió sin previo aviso, y un familiar nudo tensó el pecho de Reina. Ella se mordió el labio inferior, mientras frotaba el dorso de la mano de Ai con su dedo.
"No hice nada anoche." Reina dijo en voz baja. Ella sintió a Ai tensarse contra ella ligeramente, pero pasó tan rápido que se preguntó si sólo lo había imaginado.
"Oh." La respuesta fue neutral, y se balanceó entre ellas precariamente, ninguna estaba dispuesta a inclinar la balanza.
"Ni yo tampoco." La confesión no sorprendió a Reina, ya que de alguna forma ella se lo esperaba. Sin embargo, escucharlo de la misma Ai de alguna manera desató la extraña sensación de un nudo en su estómago.
"Ah..." Su respuesta fue menos que elocuente. Se sentaron en silencio. Ai, aun apoyada en Reina, con los ojos cerrados, y Reina con la mirada perdida en el espacio, sin hacer nada más que acariciar la mano de Ai.
¿Cómo fue que terminamos así? Reina pensó amargamente para sí misma, apretando sus ojos también cerrados. Sería tan fácil jugar su juego habitual: coquetear pero no hacerlo realmente, cerca pero no del todo. La distancia entre ellas era algo demasiado real, demasiado áspero para ser tocado
Cuanto más nos acercamos, más nos herimos una a la otra. Las cosas eran simplemente demasiado complicadas entre ellas para ser resueltas con simples palabras o gestos. Demasiada historia, demasiados sentimientos enredados como para ser convenientemente arreglados.
Así que seguimos fingiendo. Reina sabía exactamente qué era lo que estaba haciendo, sabía cómo abismalmente estúpida estaba siendo, pero encontró que era más y más difícil no vivir la mentira que había creado. Cuanto más duraba la farsa, más se encontraba a si misma convirtiéndose en lo que había pretendido ser.
Quería hacerte llorar.
"Tenemos que regresar." No hay sospechas de quien dijo eso. Reina siguió la iniciativa de Ai una vez más, poniéndose de pie y sacudiéndose el polvo a si misma mientras descendían pesadamente a la salida.
Hombro con hombro, salieron de la escalera juntas, con las manos aun inconscientemente entrelazadas. Para todas las cosas que ellas decían, había aún más sin hablar, que siempre era dejado para otro día.
Un día que ninguna sabía cuando vendría.
Reina volteó a mirar a una malhumorada Ai, quien había cambiado de humor en el momento en que las cámaras estaban fuera de ellas. Ai no era una persona madrugadora. Sin embargo, Reina si lo era. De ahí, el comentario anterior.
"Tuve una buena noche, esa es la razón~." Tarareó Reina en voz baja cuando se detuvieron frente a una máquina expendedora. Ai se apoyó contra la pared junto a ella, cerrando sus ojos mientras se masajeaba las sienes.
"¿Mala noche?" Reina tomó un rápido vistazo a la mirada tensa en el rostro de Ai. Un ojo se abrió para mirarla, y los labios dibujaron una estricta línea.
"Ni lo digas." Ai suspiró y se cruzó de brazos. Reina rió modestamente, entregando a Ai una lata de café caliente que la chica mayor tomó agradecidamente, envolviendo sus manos alrededor de ella.
Caminaron en agradable silencio, tomándose su tiempo, ya que en ese momento era el turno de otro grupo de modelos. Ellas habían estado ahí desde temprano, y mientras tanto Ai no había sido nada más que profesional durante la toma de fotos. Reina podía sentir el cansancio deslizándose de la chica mayor en forma de ondas. Por supuesto que Reina se resistió a decir algo hasta ahora, ya que no quería que alguien más se entrometiera en su conversación.
"Así que has tenido una buena noche ¿eh?" Ai preguntó en voz alta, mirando al frente. Reina miró abajo hacia sus manos, apretando el paquete de leche.
"Siempre podría ser mejor. No me quedé mucho tiempo." Ai dio golpecitos con sus dedos contra la lata inquietamente, pero no la examino. Reina sopló el aire de sus hinchadas mejillas, dejándolas desinflarse lentamente. Sus dedos se cerraron alrededor de su bebida, pero ella no dijo nada.
Repentinamente, Ai dio un giro brusco en la esquina, en lugar de continuar recto hacía el vestíbulo. Reina se detuvo, y se giró para seguirla. Ninguna de las dos dijo algo, y Ai la condujo a una escalera de emergencia bloqueada... sólo que no estaba bloqueada realmente. Las dos hacía tiempo que habían descubierto como trabajaba la aparentemente atascada manija, y habían aprovechado la escalera en desuso más de una vez en el pasado.
Curiosa ahora, Reina no preguntó porque Ai la había llevado a ese lugar. Ai hablaría cuando ella quisiera. Subieron un par de niveles, cerca de la puerta cerrada de la azotea. Ahí se sentaron en los polvorientos escalones, sin importar que aquello pudiera ensuciar su ropa. No importaba, ya que tendrían que cambiarse a un nuevo conjunto de ropa para la siguiente sesión de fotos de todos modos.
"Reina." La voz de Ai fue muy suave, incluso en la escalera llena de eco. Reina giro su cabeza, sólo que Ai ya tenía los ojos cerrados, y sintió la suavidad del sedoso cabello de Ai contra su mejilla cuando la chica mayor se inclinó sobre su hombro.
"Estoy muy cansada..." El agotamiento era más que físico, y fue transmitido por sí mismo en su voz. Instintivamente, Reina se acercó, colocando su mano sobre la de Ai. Sus manos eran más pequeñas que las de Ai, pero ambas chicas sintieron la calidez en la conexión.
"Ai..." Reina susurró, intensificando su agarre sobre las, de alguna manera, frías manos de Aí
"Rei..." El muy personal nombre de mascota salió sin previo aviso, y un familiar nudo tensó el pecho de Reina. Ella se mordió el labio inferior, mientras frotaba el dorso de la mano de Ai con su dedo.
"No hice nada anoche." Reina dijo en voz baja. Ella sintió a Ai tensarse contra ella ligeramente, pero pasó tan rápido que se preguntó si sólo lo había imaginado.
"Oh." La respuesta fue neutral, y se balanceó entre ellas precariamente, ninguna estaba dispuesta a inclinar la balanza.
"Ni yo tampoco." La confesión no sorprendió a Reina, ya que de alguna forma ella se lo esperaba. Sin embargo, escucharlo de la misma Ai de alguna manera desató la extraña sensación de un nudo en su estómago.
"Ah..." Su respuesta fue menos que elocuente. Se sentaron en silencio. Ai, aun apoyada en Reina, con los ojos cerrados, y Reina con la mirada perdida en el espacio, sin hacer nada más que acariciar la mano de Ai.
¿Cómo fue que terminamos así? Reina pensó amargamente para sí misma, apretando sus ojos también cerrados. Sería tan fácil jugar su juego habitual: coquetear pero no hacerlo realmente, cerca pero no del todo. La distancia entre ellas era algo demasiado real, demasiado áspero para ser tocado
Cuanto más nos acercamos, más nos herimos una a la otra. Las cosas eran simplemente demasiado complicadas entre ellas para ser resueltas con simples palabras o gestos. Demasiada historia, demasiados sentimientos enredados como para ser convenientemente arreglados.
Así que seguimos fingiendo. Reina sabía exactamente qué era lo que estaba haciendo, sabía cómo abismalmente estúpida estaba siendo, pero encontró que era más y más difícil no vivir la mentira que había creado. Cuanto más duraba la farsa, más se encontraba a si misma convirtiéndose en lo que había pretendido ser.
Quería hacerte llorar.
"Tenemos que regresar." No hay sospechas de quien dijo eso. Reina siguió la iniciativa de Ai una vez más, poniéndose de pie y sacudiéndose el polvo a si misma mientras descendían pesadamente a la salida.
Hombro con hombro, salieron de la escalera juntas, con las manos aun inconscientemente entrelazadas. Para todas las cosas que ellas decían, había aún más sin hablar, que siempre era dejado para otro día.
Un día que ninguna sabía cuando vendría.
1 comentarios:
Reina, Reina T^T Amo la Reina de Nanchatte Renai.
"Quería hacerte llorar"
Yo tambien quiero hacerla llorar >_<
Se como te sientes Reina, ¡¡¡Ganbatte!!!
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¿que te parecio el capitulo?